El contador o estudio contable es un valioso asesor de negocios, y no sólo alguien que maneja la contabilidad por cuestiones legales y el cumplimiento con los organismos de recaudación y control. Con más de 25 años de experiencia, nos involucramos en las decisiones que necesitas elaborar e implementar en tu nuevo negocio.

Para un nuevo emprendimiento debemos pensar en distintas cuestiones, por ejemplo, como reunir el capital necesario, fijarnos metas claras y alcanzables, elaborar un plan de negocios realista, eventualmente encontrar el socio o socios adecuados y como decía un emprendedor muy conocido, el desafío no está en la idea sino en la implementación, si bien el tema que nos ocupa es la implementación administrativa, nunca olvides que incluso para elaborar el plan de negocios, calcular la rentabilidad, la tasa interna de retorno y otros pasos previos, es imprescindible el apoyo de un estudio contable.

 

En el caso que el emprendimiento se realice en forma conjunta con más de una persona, estamos hablando de una sociedad. El estudio contable te puede aconsejar el tipo de sociedad más adecuada. Las más utilizadas son las sociedades de hecho, sociedades colectivas, sociedades de responsabilidad limitada (S.R.L.) y las sociedades anónimas S.A. cada una implica una serie de requisitos y obligaciones en la conformación, cada una tiene distinta responsabilidad de los socios y administradores, cada una te ofrece una serie de limitaciones y ventajas y su constitución tiene distintas complejidades. Será de extrema necesidad decidirlo con el asesoramiento del contador, tanto su constitución, la inscripción y su seguimiento.

 

Algunas formas societarias requieren para su constitución de un contrato social que, en algunos casos debe ser protocolizado por Escribano y en otros puede tratarse de un contrato privado, la experiencia del contador es importante en la redacción de esos contratos donde se exponen los derechos, obligaciones y responsabilidades de los socios, montos y plazos de los aportes de capital, fijación del domicilio legal, objeto de la sociedad, distribución de utilidades, reservas y capitalizaciones, forma de soportar los quebrantos, establecer la administración, designación de representante/s legal/es y cualquier otro concepto que los socios acuerden y quieran dejar por escrito.

De la misma forma los contratos de sociedad e incluso, en forma optativa los comerciantes individuales se inscriben en el registro público de comercio, trámite y seguimiento que efectúa el estudio contable.

La obligatoria inscripción en la AFIP, que requiere determinada documentación que será preparada por el estudio contable y a partir de ello otorga un número de CUIT (que en caso personas físicas estará conformado por el número de documento del interesado) y la clave fiscal que es la firma digital para los tramites que se tengan que efectuar a través de la página de AFIP.

Ya con el CUIT, el estudio contable estará en condiciones de inscribir al emprendimiento en los impuestos a los que está obligado, gestionar los beneficios o exenciones que le pudiesen corresponder y autorizar la emisión de las facturas y toda otra documentación para respaldar las operaciones.

Finalmente, tramitarse la inscripción ante la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, o ante la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires, según la radicación del emprendimiento, para el alta en el impuesto a los ingresos brutos y si fuera del caso el alta en las demás jurisdicciones donde se puedan efectuar ventas.